En De Aldaca, disfrutarás de un cuidado desayuno para empezar el día y ya desde el comedor te sentirás rodeado de naturaleza gracias a las vistas del jardín.
En él, tienes diferentes espacios donde disfrutar de la tranquilidad y contemplar la naturaleza que lo compone. Perfecto para dar un paseo, sentarte a disfrutar de una buena lectura o charlar distendidamente con tu acompañante.
Pero, si viajas en época de frío, el increíble salón de este hotel rural en el Valle del Jerte es el corazón de esta casa restaurada que data de 1810. Una chimenea, amplios y cómodos sofás y diferentes ambientes llenos de detalles únicos de sus dueñas, crean el ambiente ideal en el que vivir el momento presente.
