En el centro de Jerte
Esta vivienda fue de las primeras que se construyó tras la invasión de Napoleón y ha sido restaurada manteniendo todo su encanto original, conservando los techos con vigas de madera de castaño y las paredes con piedras.
Los ventanales hacen que los espacios sean muy luminosos y los suelos de microcemento contrastan con las alfombras persas que aportan calidez. Detalles personales y de viajes, terminan de completar las estancias dotándoles de personalidad y sensación de hogar.
Marta y Alicia necesitaban un cambio en su vida y su gusto por el campo y la hostelería les llevó a plantearse montar un pequeño hotel. Encontraron Jerte y el pueblo, el ambiente, el río y por supuesto, la casa, terminaron de encajar las piezas.
Han creado un concepto sólo para adultos, donde descansar y desconectar de verdad en contacto con la naturaleza y el resto de huéspedes.
Y disfruta de grandes ventajas